Postura Corporal: es la organización del cuerpo respecto del espacio que lo rodea. Una buena alineación corporal tiene una gran relación con la eficiencia funcional. Está influenciada por factores culturales, hereditarios, profesionales, modas, factores psicológicos, tensiones de los tejidos etc.

Cuando hablamos de alineación corporal hacemos referencia al equilibrio que las distantes partes del cuerpo deben mantener, en pos de lograr la característica posición erguida de nuestra especie.

Cumplimentando lo anteriormente dicho, la correcta postura no solo se limita a factores estáticos sino también a factores dinámicos, siendo un importante aspecto a tener en cuenta en la funcionalidad de la actividad física.

La postura optima, es la que puede desarrollarse con el menor tono muscular, por lo tanto va a ser la que menos estrés muscular genere. De acuerdo a esto, el tronco se mantiene erecto, sustentando la acción de la gravedad con un equilibrio armónico, producto del juego de tensiones que son informadas por los propioceptores, en la que se pone en juego tensiones miofasciales (más altas o más bajas) según la alineación corporal. Ese juego coordinativo lo realizan los propioceptores para que el cuerpo mantenga un equilibrio armónico, en el que cada músculo actúa con sus tiempos y sus silencios como una sinfonía,  logrando esa armonía que todos buscamos y que mediante una buena posición de base, faciliten nuestros movimientos.

Según Javier Daza Lesmes (2007) la buena postura es aquella en “que los segmentos corporales permanecen alineados horizontal y verticalmente, con mínima carga y reduciendo estrés mecánico, lo que conlleva a una baja actividad muscular y, por ende, a un mínimo consumo energético necesario para conservar la postura”.

A modo de establecer parámetros cuantificables y concretos, el mismo autor comenta lo siguiente: “Se ha aceptado que la línea de gravedad en la postura bípeda ideal, en vista lateral, plano sagital, para a través del conducto auditivo externo, el acromion, aproximadamente por la parte central de la caja torácica y los cuerpos vertebrales lumbares, el trocánter mayor, ligeramente por delante del eje de la rodilla y cae por delante del tobillo, aproximadamente a dos centímetros del borde anterior del maléolo peroneo (sobre el borde posterior del cuboides). En el plano frontal, vista anterior y posterior, la línea de gravedad divide al cuerpo en dos mitades o hemicuerpos”.