Propiocepción vs Técnica

La propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de cada segmento del cuerpo, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas. La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio, sustentando la acción motora planificada. Otras funciones en las que actúa con más autonomía son el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.

Si esta capacidad se pierde por los mecanismos de tensión miofascial, muy común en los deportistas que practican deportes de situación, por lo tanto no es coherente que hagamos ejercicios inestables ya que nos llevan a tensionar aún más la fascia, por la sobrecarga generada y los mecanismos de formación de la misma, esto produce que el sistema nervioso no pueda enviar ni recibir información de manera precisa, inhibiendo otros mecanismos como el dolor y la posibilidad de aplicar potencia en los arranques, y lo que podemos lograr si erramos con estos ejercicios es que nuestro atleta o deportista sea apenas más rápido que una tortuga y sin mencionar que lo predisponemos aún más a las lesiones y lo esencial para el deporte pierde su capacidad técnica.