¿Qué es la fascia?

Fascia se consideran: todos los tejidos conectivos de colágeno, siendo este elemento el que conforma todos los órganos y sistemas del cuerpo, piel, tendones, ligamentos, músculos, cartílagos, huesos, vasos sanguíneos y hasta el recubrimiento neuronal está conformado por este en mayor o menor medida. 
Una de las propiedades del mismo es la elasticidad, si pretendemos hacer un mejor aprovechamiento de esta capacidad debemos intentar que las fibras cumplan en mayor medida con el ordenamiento bidireccionalmente conformando una rejilla del que podríamos sacar mayores beneficios, de lo contrario como sucede en las personas sedentarias el ordenamiento fascial estaría dispuesto como las fibras de un trozo de algodón, entrecruzadas multidireccionalmente, generando una mayor cantidad de adherencias consecuentemente rigidez y un menor aprovechamiento de la energía elástica.
La morfología humana, es conformada por la carga tensional de las fascias, ajustadas por un sistema tensegrítico en un estado de auto equilibrio, que le da forma, anima y direcciona, generando una retroalimentación entre sistema neuro-mio-fascial. Las intervenciones que adecuen el equilibrio tensional y una disminución de las compresiones generadas por los componentes miofasciales va a hacer que el cuerpo humano obtenga una configuración optima, libre de adherencias, con un amplio rango de movimiento y un menor riesgo de sufrir lesiones y dolencias. 
Consecuentemente Ampliación de Movimiento intenta intervenir tanto local como globalmente, pero es condición que estas intervenciones tengan un efecto holístico sobre la tensión/compresión de la fascia, en vista de que estamos trabajando sobre una red tensional tridimensional que conecta todo el cuerpo.
En la actualidad se considera la fascia como órgano sensorial, con capacidades que hasta hace poco tiempo no se conocían, como la existencia de miofibroblastos y su capacidad contráctil (al igual que los músculos) por consiguiente alterar su tono fascial de forma autónoma. Asimismo podemos agregar que el sistema miofascial está inervado por receptores mecánicos o propioceptores, de los cuales solo el 20% pertenecen a los receptores conocidos (husos musculares, órganos tendinosos de Golgi, Corpúsculos de Ruffini y Pacini), y el restante 80% pertenece a los receptores llamados intersticiales de los cuales muchos funcionan como receptores mecánicos.