Tejido Conectivo

TEJIDOS CONECTIVOS

Composición de los tejidos conectivos

El tejido conectivo (TC) es una de las cuatro clases principales de tejido (los otros son el tejido epitelial, muscular y nervioso). Mantiene la forma del cuerpo y sus órganos, y proporciona cohesión y soporte estructural para los demás tejidos y órganos. Tejido conectivo deriva su nombre de su función, conectar o unir células y tejidos. Es omnipresente en el cuerpo y puede considerarse el “pegamento” que mantiene unidas las partes del cuerpo. El Tejido conectivo tiene tres componentes principales: células, fibras y matriz extracelular (MEC) (Fig. 1.1). Las células proporcionan las propiedades metabólicas del tejido, las fibras, las propiedades mecánicas y la MEC, la plasticidad y maleabilidad del tejido.

Los tipos de células más comunes son los fibroblastos, que producen fibras de colágeno y otros materiales intercelulares. Células como los adipocitos y las células mesenquimales indiferenciadas también están presentes. Las proporciones de estos tres componentes varían de una parte del cuerpo a otra dependiendo de los requisitos estructurales locales. En algunas áreas, el tejido conectivo está poco organizada y es altamente celular; en otros, predominan sus componentes fibrosos; y aún en otros, la sustancia fundamental puede ser su característica más notoria. La consistencia de la MEC es muy variable y varía desde gelatina similar a un material más rígido.

En consecuencia, el tejido conectivo varía en consistencia desde la suavidad gelatinosa del tejido conectivo suelto hasta la dureza del hueso. La clasificación anatómica de los diversos tipos de tejido conectivo se basa en gran medida en la abundancia relativa y la disposición de estos componentes. Por ejemplo, los TC fuertes, como los tendones y los ligamentos, requieren una mayor proporción de fibras de colágeno y menos células. Mientras que un TC compuesto principalmente de células como el tejido adiposo (grasa) no sería muy fuerte.

FUNCIONES DEL TEJIDO CONECTIVO

• Soporte estructural: proporciona un marco estructural para el cuerpo y mantiene la forma anatómica de los órganos y sistemas. Forma el esqueleto y las cápsulas que rodean los órganos.
• Conexión de tejidos corporales: como ligamentos, tendones y fascias.
• Protección de los órganos: amortigua y envuelve los órganos y los separa de las estructuras circundantes. Permite las motilidades necesarias entre los órganos y llena los espacios entre los órganos, evitando la fricción, la presión y las colisiones perjudiciales entre las estructuras móviles.
• Funciones metabólicas: proporciona un papel nutritivo. Todos los metabolitos de la sangre pasan de los lechos capilares y se difunden a través del CT adyacente a las células y los tejidos. Del mismo modo, los metabolitos residuales de las células y los tejidos se difunden a través del tejido conectivo suelto antes de regresar a los capilares sanguíneos. El TC media y controla los diversos intercambios.
• Almacenamiento de energía: en el tejido adiposo (un TC especializado).
• Regulación de la difusión de sustancias.
• Formación de tejido cicatricial: tiene un papel fundamental en la recuperación de los tejidos después del daño traumático.

Todas las células TC se derivan de las células mesenquimales. Las células mesenquimales se encuentran en los embriones y, en su mayor parte, se derivan de la capa germinal media del embrión (mesodermo), pero algunos de los TC de la región de la cabeza se derivan de la cresta neural (de origen ectodérmico). Las células mesenquimales solo se encuentran en los embriones, aunque algunas células similares a la mesénquima persisten en el TC adulto y conservan su capacidad de diferenciarse en respuesta a la lesión.

Stecco Carla, 2015. Functional Atlas of the Human Fascial System. Edit Elsevier Health Sciences